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5 Razones por las que la fisioterapia es importante para el tratamiento y prevención de una lesión deportiva
5 Razones por las que la fisioterapia es importante para el tratamiento y prevención de una lesión deportiva
Si has sufrido alguna lesión deportiva, seguramente te hayas preguntado si es necesario acudir a un fisioterapeuta. La respuesta es sí, y en este artículo te explicamos las 5 razones principales por las que la fisioterapia es fundamental después de una lesión deportiva.
1. Ayuda en la recuperación
La principal razón para hacer una visita al fisioterapeuta tras una lesión deportiva, y también la más evidente, es que la fisioterapia es clave para acelerar el proceso de recuperación.
Un fisioterapeuta especializado en lesiones deportivas puede diseñar un plan de tratamiento personalizado para cada paciente, que incluirá ejercicios y terapias específicas para su lesión.
Esto puede ayudar a reducir el dolor, aumentar la movilidad y mejorar la fuerza y el equilibrio en la zona afectada.
2. Prevención de futuras lesiones
Además de ayudar en la recuperación, la fisioterapia también puede prevenir futuras lesiones. Un fisioterapeuta puede identificar desequilibrios en el cuerpo que podrían provocar una nueva lesión.
A través de ejercicios de fortalecimiento y estiramientos específicos, el fisioterapeuta puede ayudar al paciente a corregir estas debilidades y prevenir, así, futuras lesiones.
3. Mejora la movilidad
Después de una lesión deportiva es común que se produzcan limitaciones en la movilidad debido al tiempo que la zona afectada debe permanecer en reposo para una correcta recuperación.
La fisioterapia es clave en este caso para recuperar la movilidad de manera óptima y lo más rápido posible.
En concreto, la terapia manual y los ejercicios de estiramiento son especialmente beneficiosos, ya que ayudan a restaurar la capacidad de movimiento y la funcionalidad en la zona afectada.
4. Reduce el dolor
El dolor es uno de los síntomas más comunes después de una lesión deportiva. La fisioterapia puede ayudar a reducir el dolor a través de diferentes técnicas, como la aplicación de frío o calor, como en el caso de la tecarterapia, o la terapia manual.
Además, los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento pueden ayudar a reducir la tensión en los músculos y a disminuir la presión en las articulaciones, lo que también contribuye a reducir el dolor.
5. Mejora el rendimiento deportivo
Por último, la fisioterapia también existen diversos estudios que respaldan el uso de la fisioterapia para mejorar el rendimiento deportivo. Al igual que sucede con los tratamientos y tablas de ejercicios, un fisioterapeuta puede diseñar un programa de entrenamiento específico para el deportista, que incluya ejercicios de fortalecimiento, estiramiento y movilidad.
Esto mejorará su condición física y, además, le ayudará a prevenir lesiones futuras, contribuyendo a mejorar su rendimiento deportivo.
En resumen, la fisioterapia es esencial tanto a la hora de prevenir como a la hora de tratar de una lesión deportiva, ya que ayuda en la recuperación, previene futuras lesiones, mejora la movilidad, reduce el dolor y mejora el rendimiento deportivo. Por lo tanto, si practicas deporte habitualmente no dudes en acudir a a un fisioterapeuta especializado en fisioterapia deportiva.
¿Qué es la tecarterapia y cómo puede ayudarte en la recuperación de lesiones?
¿Qué es la tecarterapia y cómo puede ayudarte en la recuperación de lesiones?
La tecarterapia, también conocida como diatermia, es una técnica de fisioterapia avanzada y efectiva para el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas.
A través de la aplicación de una corriente eléctrica de alta frecuencia, la tecarterapia ayuda a reducir la inflamación, mejorar la circulación sanguínea y acelerar el proceso de curación . Debido a ello, su uso principal se orienta a deportistas de élite y personas con lesiones crónicas.
¿Cómo funciona la tecarterapia?
La tecarterapia funciona mediante la aplicación de corriente eléctrica de alta frecuencia a través de electrodos en la piel del paciente. Esta corriente genera calor interno en los tejidos del cuerpo, que tiene múltiples beneficios terapéuticos.
Uno de los más importantes es que aumenta la circulación sanguínea en los tejidos, lo que ayuda a reducir la inflamación y el dolor en la zona afectada. Además, el calor generado por la corriente eléctrica ayuda a estimular la regeneración celular, lo que, además, acelera el proceso de curación.
¿Qué lesiones pueden tratarse con tecarterapia?
Todo lo anterior convierte a la tecarterapia en un tratamiento muy versátil y especialmente indicado para tratar una amplia variedad de lesiones, incluyendo:
1. Lesiones musculares
La tecarterapia puede ser efectiva para tratar lesiones musculares, como distensiones, contracturas, roturas fibrilares o desgarros. Como explicamos antes, el calor generado por la corriente eléctrica ayuda a relajar los músculos, aumentar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación, lo que acelera la recuperación.
2. Lesiones articulares
La tecarterapia también puede ser útil para tratar lesiones y problemas articulares, como esguinces, luxaciones o artrosis. En estos casos la aplicación del calor ayuda a reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones, mejorando la movilidad y la funcionalidad.
3. Lesiones ligamentarias
Del mismo modo, el calor generado por la corriente eléctrica utilizada en tecarterapia puede ayudar en la recuperación de lesiones ligamentarias, como distensiones o roturas de ligamentos. El calor es muy eficaz a la hora de relajar los ligamentos, reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada.
3. Lesiones óseas
Finalmente, la tecarterapia también puede ser utilizada en la recuperación de lesiones óseas, como fracturas o fisuras. Al igual que sucede en los casos anteriores, en el caso de las lesiones óseas el calor generado por la corriente eléctrica reduce la inflamación y mejora la circulación sanguínea, acelerando el proceso de recuperación.
¿Cuáles son las ventajas de la tecarterapia para el tratamiento y recuperación de lesiones?
Como ya hemos visto, la tecarterapia es una técnica muy efectiva en la recuperación de lesiones pero además de los beneficios mencionados anteriormente, cuenta con dos ventajas fundamentales que hay que destacar:
Es un tratamiento no invasivo, es decir, que no requiere cirugía ni medicamentos.
Personalización del tratamiento: la tecarterapia puede ser ajustada a las necesidades específicas de cada paciente, en función del tipo de lesión y la gravedad. Esto además encaja perfectamente en nuestra filosofía y forma de trabajar, donde cada paciente cuenta con un tratamiento totalmente personalizado. Además, puede combinarse perfectamente con otros tratamientos como, en nuestro caso, la terapia manual, por ejemplo.
Acelera el proceso de recuperación, permitiendo que los pacientes puedan volver a sus actividades cotidianas lo antes posible.
Intrusismo en fisioterapia: no te dejes engañar, tu salud está en juego
Intrusismo en fisioterapia: no te dejes engañar, tu salud está en juego
El intrusismo en fisioterapia es una lacra que el sector lleva arrastrando muchos años. Se trata de un fraude donde personas NO fisioterapeutas ejercen dicha actividad como si lo fuesen.
¿El gran problema? A diferencia de otros tipos de fraude, en este caso es la salud, TU salud, la que está en juego.
Tal es la magnitud del problema que a día de hoy, hacerse pasar por un fisioterapeuta sin tener una titulación que lo acredite es un delito penal, tipificado con pena de cárcel según la legislación española.
¿Cómo diferenciar a un fisioterapeuta de verdad?
La respuesta a esta pregunta es sencilla: exige, cuando no esté a la vista, una acreditación que avale su titulación.
Un fisioterapeuta profesional siempre debería tener publico su número de colegiado. En caso de que no sea así, sospecha y, por supuesto, pídeselo.
Intrusismo en fisioterapia: ¿Qué es y qué no es un fisioterapeuta?
Si bien es cierto que el intrusismo profesional es una lacra, también hay casos donde el desconocimiento o la ignorancia nos pueden llevar a confusión. Por ello, vamos a resolver tus dudas y a aclarar ciertos conceptos clave para diferenciar qué es y qué no es un fisioterapeuta.
¿Un masajista es un fisioterapeuta?
Rotundamente, no. Los masajistas pueden dar masajes, pero NO es una profesión sanitaria, por lo que no pueden tratar patologías.
Además, otra de las grandes diferencias es que el oficio o la profesión de masajista no está regulado por ningún organismo. Es, por así decirlo, una profesión libre.
Al igual que sucede en el caso de la medicina, por ejemplo, la fisioterapia SÍ está siempre bajo la regulación del Colegio Oficial de Fisioterapeutas, que dicta las pautas comunes para ofrecer ciertas garantías a los usuarios.
Diferencias entre osteópata y fisioterapeuta
Es cierto que un fisioterapeuta puede ser osteópata al mismo tiempo. Sin embargo, esto no sucede al revés. Es decir, un osteópata no necesariamente tiene por que ser un fisioterapeuta.
No existen los osteópatas. A día de hoy la osteopatía no es una titulación oficial en España, tal y como recoge el Colegio Oficial de Fisioterapeutas.
Sin embargo, sí existe la osteopatía como disciplina englobada dentro del marco teórico-práctico de la fisioterapia y que, por lo tanto, se engloba también dentro de la formación que capacita al fisioterapeuta para ejercer su profesión.
De esta forma, un fisioterapeuta puede conocer y aplicar técnicas de la osteopatía, pero esto no lo convierte en osteópata. Para ello, requiere una formación especializada, añadida a su formación base como fisioterapeuta.
La osteopatía es una especialización dentro del campo de la terapia manual que se realiza en fisioterapia. Por lo tanto, un «osteópata» siempre debe contar con el título de fisioterapeuta como base principal para ofrecer sus servicios como tal. De lo contrario es intrusismo profesional.
Proyecto IKONO: busca la cruz rosa
Proyecto IKONO: busca la cruz rosa
¿Qué es el proyecto Ikono?
El proyecto Ikono nace como un símbolo que busca la unidad de la profesión.
Se trata de una apuesta del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España que consiste en que de una forma directa, gráfica, el usuario va a poder ver si el centro al que acude cumple todos los requisitos legales o no.
Es, por tanto, una imagen corporativa conformada por una cruz rosa, que identifica y distingue a todo el colectivo de fisioterapeutas y que nos dará mucha fuerza y visibilidad.
Sin embargo, debe de ir amparado por una normativa muy exigente y que realmente represente una lucha contra el intrusismo.
¿Cuál es el objetivo del proyecto Ikono?
El proyecto Ikono tiene un doble objetivo.
Por un lado, busca poner en valor y visibilizar socialmente la calidad de los servicios de salud que los fisioterapeutas ofrecen a la ciudadanía.
Por el otro y el más importante, quiere diferenciar a los fisioterapeutas de todos aquellos pseudoprofesionales que realmente están haciendo daño a nuestra profesión y a la población. El intrusismo profesional en fisioterapia es una lacra cada vez más latente y perjudicial.
El proyecto Ikono como señal de garantía
El reconocer que los fisioterapeutas son sanitarios con una cruz de un color propio, una cruz rosa, hará que la sociedad vaya cogiendo esa marca e identificándola con un sanitario, al igual que sucede con las cruces verdes de las farmacias, o las azules de parafarmacias o veterinarios, por ejemplo.
¿Lo habías pensado? Las cruces luminosas sirven como indicador de la ubicación, pero también de seguridad. No irías a una farmacia que no tuviese cruz verde, ¿Verdad?
Por lo tanto, la cruz rosa también es una seña de garantía para la población. Es el símbolo que orienta a una persona hacia dónde ir para obtener un tratamiento de calidad y bueno para su salud.
Quien está detrás de esa cruz es un sanitario, un fisioterapeuta colegiado y por tanto es la mejor opción.
Así que ya sabes, a partir de ahora, ¡Busca la cruz rosa!
¿Qué es el método Leduc?
¿Qué es el método Leduc?
¿Qué es el método Leduc?
El método Leduc debe su nombre al Doctor Albert Leduc, Presidente de Honor Distinguido de la Sociedad Europea de Linfología.
Es una técnica científica para tratar las insuficiencias de retorno venoso y linfático.
Su aprendizaje y aplicación está reservada a fisioterapeutas y médicos. Combina diversas áreas o tratamientos de la fisioterapia, cuya aplicación se reparte en distintas fases, aunque su base fundamental es el drenaje linfático manual.
¿Cuáles son las fases del método Leduc?
El tratamiento de este tipo de problemas requiere la combinación de distintos tratamientos:
- Drenaje linfático manual
- Presoterapia intermitente suave
- Vendaje multicapa
- Medias de contención
- Estos son los tratamientos esenciales que se aplicarán en distintas fases, en función de la evolución del paciente, y pueden aplicarse todos o una parte.
Además, durante las etapas del método Leduc, los distintos tratamientos que lo componen serán combinados de forma selectiva. El único que se repite a lo largo de todas las fases del tratamiento es el drenaje linfático manual, que constituye la base del mismo.
¿Por qué elegir el Método Leduc?
Un aspecto muy importante a tener en cuenta en fisioterapia, al igual que en cualquier área de la salud, es la evidencia científica.
El método Leduc es un tratamiento completamente basado en la evidencia científica, que lleva estudiándose más de 40 años y está respaldado por numerosas investigaciones científicas.
Por otra parte, la circulación de retorno está constituída por dos circulaciones venosas (superficial y profunda) y dos circulaciones linfáticas (superficial y profunda).
Además, la circulación venosa profunda es mucho más importante que la circulación superficial, pero en la circulación linfática sucede al revés.
Sin embargo, los trastornos relacionados con la insuficiencia de la circulación de retorno están bajo control de la circulación linfática.
Por ello, la aplicación de medios terapéuticos físicos que favorezcan la circulación superficial es ampliamente efectiva.
¿Para qué patologías está indicado el Drenaje Linfático Manual con el Método Leduc?
- Linfedemas: sin duda, una de las aplicaciones más comunes y efectivas es en linfedemas, ya que consigue una reducción óptima del edema. En nuestro anterior post te lo contamos más en detalle.
- Hinchazón en las piernas: consigue aliviar la presión mediante su efecto drenante.
- Lesiones traumáticas: como hematomas o fibras musculares desgarradas.
- Cicatrices: acelera la cicatrización y la restauración del drenaje linfático.
- Distrofia de Sudeck o Síndrome Doloroso Regional Completo: consigue aliviar el dolor.
- Enfermedades reumáticas: debido, una vez más, a su efecto analgésico puede mejorar mucho la movilidad.
Beneficios de la fisioterapia para el tratamiento del dolor crónico
Beneficios de la fisioterapia para el tratamiento del dolor crónico
¿Qué es el dolor crónico?
El dolor crónico es aquel que perdura durante, al menos, tres meses, independientemente de que la causa principal haya desaparecido. A diferencia de un dolor «normal», éste no se mitiga cuando su causa ha desaparecido, sino que perdura en el tiempo.
Suele relacionarse con cambios en el sistema nervioso central, que se sensibiliza, haciendo que los nervios de la zona afectada envíen señales de dolor al cerebro sin que necesariamente exista un dolor como tal.
Como consecuencia de esta hipersensibilización del sistema nervioso, el umbral del dolor de la persona afectada es mucho menor que el de cualquier otra en condiciones normales, ya que su sensibilidad ante cualquier estímulo, por mínimo que sea, es mucho mayor.
Por ello, puede resultar incapacitante a quien lo padece, disminuyendo notablemente su calidad de vida a nivel físico y psicológico.
Tipos de dolor crónico
Existen tres tipos de dolor crónico que podemos diferenciar:
1. Dolor nociceptivo
Los nocioceptores son receptores que se encuentran en la piel. Por lo tanto, el dolor nociceptivo es un dolor somático, físico, que también se conoce como «dolor visceral». Se caracteriza fundamentalmente por ser agudo y constante.
2. Dolor neuropático
Al contrario que en el anterior, el dolor no es físico, sino que se origina por una mala interpretación de los impulsos nerviosos por parte del cerebro, generalmente a raíz de una lesión nerviosa. Suele presentarse como un dolor abstracto, difícil de detectar y explicar para quien lo padece.
3. Dolor psicogénico
En este caso, el dolor no tiene ninguna raíz fisiológica, sino que es totalmente causado por procesos mentales. Por ello, al no existir una causa física, habitualmente el tratamiento indicado será la terapia psicológica con un especialista.
Tratamiento del dolor crónico con fisioterapia
El no poder esclarecer una causa concreta que origine el dolor crónico hace muy difícil establecer un tratamiento.
Sin embargo, la fisioterapia es uno de los más empleados, ya que permite aliviar el dolor incluso en aquellos casos donde la cirugía o diversos tratamientos no han funcionado.
Para lograrlo, nos basamos en una reeducación postural y de movimientos, adaptada a la situación cada paciente, junto con la aplicación del tratamiento que mejor se ajuste a sus circunstancias.
No obstante, debe centrarse en el fortalecimiento y recuperación de la musculatura para lograr un equilibrio del sistema músculo-esquelético que permita al paciente recuperar paulatinamente la normalidad.
Entre ellos, las movilizaciones de articulaciones, la terapia manual, los estiramientos o la aplicación de técnicas con frío o calor, como la tecarterapia están especialmente indicadas.
La fisioterapia como tratamiento en el dolor crónico, por tanto, tiene como objetivo buscar la base del dolor particular de cada paciente y la solución que mejor se adapte a cada uno en función de su estado físico y psicológico.
Su mayor ventaja es que , además de ser muy efectiva para mitigar sus síntomas, permite al paciente volver a desenvolver su vida con relativa normalidad, mejorando muchísimo su calidad de vida.
Debido a ello, en la mayoría de los casos también es importante que forme parte de un tratamiento multidisciplinar, compaginándola con tratamiento psicológico que ayude a superar las limitaciones cognitivas de cada paciente y tratamiento farmacológico bajo prescripción médica.
En Fisami somos especialistas en el tratamiento del dolor crónico, ¡Ven a la clínica e infórmate!
Cáncer de mama y fisioterapia: tratamiento del linfedema
Cáncer de mama y fisioterapia: tratamiento del linfedema
¿Qué es un linfedema y por qué se origina?
La aparición del linfedema tras el tratamiento quirúrgico o por radioterapia del cáncer de mama, sigue siendo una de las secuelas más frecuentes.
Un linfedema se trata de un edema que surge cuando los vasos linfáticos no son capaces de drenar el líquido linfático de manera adecuada.
En el caso del linfedema originado como consecuencia de una enfermedad como el cáncer, ocurre cuando las células cancerosas bloquean los vasos linfáticos, y suele aparecer en la mama, el brazo o la pared torácica.
Fisioterapia y cáncer de mama: tratamiento del linfedema con la terapia descomprensiva compleja
A pesar de que lo más importante es una detección temprana y un diagnóstico precoz, la fisioterapia ha demostrado ser muy efectiva en el tratamiento del linfedema.
En concreto, se utiliza la terapia descomprensiva compleja, que engloba distintas partes o fases que evolucionan en función de la evolución del paciente:
1. Drenaje linfático manual
En Fisami seguimos el Método Leduc, una técnica científicamente reconocida cuya aplicación está reservada a fisioterapeutas y médicos.
Se caracteriza por proponer un drenaje respetuoso con la anatomía linfática y la fisiología. Esto lo hace especialmente indicado para tratar los linfedemas, entre otras patologías.
Además, se trata de un drenaje protocolizado, sigue unas pautas y directrices concretas, y cuenta con distintas fases que te explicamos en otro post.
2. Medidas compresivas
Comprensión de la zona inflamada mediante distintas técnicas, como la presoterapia, las medias compresivas o el vendaje en espiga.
El objetivo principal de estas medidas es mejorar el flujo sanguíneo, aunque también se utilizan para la fase de mantenimiento, cuando los tratamientos de la primera fase ya han hecho efecto.
3. Cuidados de la piel
Ante la aparición de un linfedema es muy importante evitar cualquier herida que pueda causar una infección en el brazo, ya que el sistema linfático es deficiente y existe un riesgo de infección mucho mayor.
Para prevenirlas, es fundamental mantener la piel nutrirla, mantenerla seca
4. Mantenimiento mediante ejercicios activos por parte del paciente
Tablas de ejercicios basadas en la movilización sin resistencias ni cargas para facilitar el retorno linfático.
Fases del tratamiento del linfedema mediante la terapia descomprensiva compleja
1. Fase de ataque
Es la fase crucial para obtener los resultados óptimos y lograr mitigar el problema lo máximo posible.
Esta fase suele durar entre dos y tres semanas, aunque la frecuencia y cantidad de sesiones variará en función de la evolución de cada paciente.
En ella se trabaja fundamentalmente la contención y reducción del linfedema mediante drenaje linfático manual en combinación con presoterapia.
Una vez el linfedema se haya estabilizado y no haya probabilidades de que pueda reducirse más, se pasará a la siguiente fase.
2. Fase de mantenimiento
Durante la fase de mantenimiento se continuará con el drenaje linfático, mediante sesiones periódicas quincenales.
Además, estas sesiones se combinarán con tablas de ejercicios personalizadas que permitirán al paciente recuperar y fortalecer los músculos, así como favorecer la reducción del linfedema.
Parálisis de Bell: qué es, causas y tratamiento
Parálisis de Bell: qué es, causas y tratamiento
¿Qué es la "Parálisis de Bell"?
La parálisis facial o «Parálisis de Bell» es un síndrome agudo que ocasiona la disfunción repentina de uno de los dos nervios faciales, produciendo debilidad y/o parálisis temporal en la musculatura de la cara.
El nervio facial
El nervio facial nace en la corteza cerebral y es uno de los 12 nervios que están unidos con el cerebro. La parálisis facial ocurre cuando se produce algún tipo de lesión a lo largo de su trayecto.
Sus funciones son, fundamentalmente, el control de movimiento en la musculatura de un lado de la cara. Además, también se encarga de la sensibilidad del oído y de amortiguar los sonidos fuertes, controla el pestañeo, la salivación y también influye en el gusto de la lengua.
¿Qué causa la parálisis de Bell?
Como ya hemos comentado, la parálisis facial o parálisis de Bell ocurre cuando el nervio facial sufre alguna lesión a lo largo de su trayecto.
A pesar de ello, no se conocen las causas concretas por las que esto puede suceder. Por ello, se considera un síndrome idiopático, ya que su diagnóstico surge de la exclusión de otras patologías de tipo traumático, neurológico u oncológico.
Aún así, sí es cierto que hay distintas teorías sobre su posible causa, entre las que se encuentran:
- Factor hereditario: el 25% de las personas que la padecen hay antecedentes familiares.
- Mala circulación: al no circular la sangre correctamente, puede producirse un edema en el conducto de Falopio, que puede llegar a dañar el nervio facial debido al retorno venoso de la sangre.
- Algunas infecciones víricas
Síntomas de la Parálisis de Bell
Parálisis o pérdida de movilidad en los músculos de la mitad de la cara afectada, con las siguientes consecuencias:
- Caída de la boca hacia el lado afectado y hacia abajo.
- Sequedad ocular y en la boca por la ausencia de lágrimas y saliba
- Ausencia de gusto en la mitad de la lengua del lado afectado.
- Dolor en el oído y ausencia de sensibilidad en el conducto del oído
Tratamiento de la parálisis de Bell con fisioterapia
El tratamiento de la parálisis de Bell puede ser farmacológica en combinación con la fisioterapia.
En nuestro campo, la fisioterapia trabajará para recuperar la movilidad en los músculos afectados y, fundamentalmente, lograr el correcto funcionamiento de la boca y los párpados.
Para ello, se empleará:
- Calor: mediante la aplicación de compresas húmedas durante 10 minutos en la mitad de la cara afectada, con el objetivo de mejorar la circulación.
- Electroterapia: permite estimular el punto motor del músculo.
- Reeducación muscular: mediante tablas de ejercicios frente a un espejo para lograr el correcto funcionamiento de los párpados y la boca.
Para realizar el tratamiento, debemos distinguir tres etapas:
- Etapa inicial: Se caracteriza por asimetría en reposo, movimientos mínimos voluntarios, ausencia de sincinesias y daño funcional severo. Se realizarán ejercicios activos asistidos por el fisioterapeuta (contraer los labios, expulsar aire lentamente…)
-
- Etapa de facilitación: incremento de movimientos voluntarios y ausencia de sincinesias. Aquí se trabajan los movimientos activos simétricos, como la emisión de sonidos, vocales o palabras que favorezcan el movimiento del músculo orbicular de los labios.
- Etapa de control: aparecen movimientos anormales y anárquicos, sobre todo, en los músculos orbiculares. Se trabajará con más ejercicios.
¿La parálisis facial se cura?
Sí, la parálisis facial tiene cura. Los afectados pueden recuperarse sin necesidad de ninguna intervención quirúrgica tras 2 o 3 semanas, y la mayoría logran la recuperación total a los 3 o 4 meses.