Hernia discal: causas, síntomas y tratamiento en fisioterapia
¿Qué es una hernia discal?
Las vértebras de nuestra columna están separadas por discos, que ejercen de amortiguadores y permiten su movimiento. Cuando uno de estos discos llega a romperse, el líquido que hay en su interior sale y puede ejercer una presión sobre los nervios, irritándolos y ocasionando un dolor intenso. Esto es lo que se conoce como hernia discal: cuando un disco de la columna se rompe.
¿Cuáles son las causas de una hernia discal?
Existen dos causas principales para que se produzca una hernia discal: o bien por alguna lesión o movimiento brusco, o bien por desgaste del propio disco por el uso que hacemos de él.
De hecho, las hernias discales ocurren con mayor frecuencia en la zona lumbar y en la zona cervical, que son las que más solemos mover y, por lo tanto, las que más se desgastan.
¿Qué síntomas ocasiona una hernia discal?
Es importante destacar que los síntomas son muy variables en función de hacia dónde se expanda el núcleo pulposo, es decir, el líquido interno del disco herniado. Si al expandirse al exterior no presiona un nervio, el paciente puede sufrir dolor leve en la espalda o incluso no sufrir ningún dolor. Por el contrario, si lo hace, los síntomas suelen ser aparecer por este orden:
1. Dolor
El primero de todos y el que más preocupa a las personas es el dolor, que puede ser de dos tipos:
- Localizado: dolor en la zona de la hernia, que se produce por la inflamación e irritación. Esta inflamación puede incrementar debido a un proceso natural del cuerpo para intentar reparar la zona dañada, al igual que sucede en un proceso de cicatrización. Nuestro cuerpo envía cientos de células a reabsorber el líquido que se ha salido del disco y, a veces, daña también el tejido sano, incrementando la inflamación y, consecuentemente, el dolor propio de la hernia.
- Irradiado: dolor que se expande hacia el brazo o la pierna debido a que el núcleo pulposo al salir del disco presiona algún nervio raquídeo en su raíz, entre dos vértebras.
2. Contractura
La musculatura que rodea a la zona dañada se contrae para evitar que se produzca más daño en ella.
3. Debilidad
El dolor suele ser el primer síntoma, y luego le siguen el adormecimiento o debilidad y la pérdida de movilidad en las articulaciones.
Tratamiento de una hernia discal con fisioterapia
Aunque existen tratamientos farmacológicos, como los antiinflamatorios, los ejercicios de fisioterapia son muy beneficiosos a la hora de tratar una hernia discal y, a diferencia de los primeros, sirven de mantenimiento y prevención del problema en el tiempo.
En concreto, en Fisami partimos de una evaluación integral de cada paciente y nos enfocamos en dos puntos:
- El control de la inflamación y disminución del dolor mediante distintas técnicas como la terapia manual, para relajar la musculatura contracturada y restaurar la movilidad.
- Reeducación postural mediante el asesoramiento individualizado y tablas de ejercicios personalizadas. Así conseguimos evitar que el problema empeore y que aparezcan otro tipo de consecuencias derivadas en un futuro.
- admin
- enero 18, 2022
- 19:38
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