¿Qué es el dolor crónico?
El dolor crónico es aquel que perdura durante, al menos, tres meses, independientemente de que la causa principal haya desaparecido. A diferencia de un dolor «normal», éste no se mitiga cuando su causa ha desaparecido, sino que perdura en el tiempo.
Suele relacionarse con cambios en el sistema nervioso central, que se sensibiliza, haciendo que los nervios de la zona afectada envíen señales de dolor al cerebro sin que necesariamente exista un dolor como tal.
Como consecuencia de esta hipersensibilización del sistema nervioso, el umbral del dolor de la persona afectada es mucho menor que el de cualquier otra en condiciones normales, ya que su sensibilidad ante cualquier estímulo, por mínimo que sea, es mucho mayor.
Por ello, puede resultar incapacitante a quien lo padece, disminuyendo notablemente su calidad de vida a nivel físico y psicológico.
Tipos de dolor crónico
Existen tres tipos de dolor crónico que podemos diferenciar:
1. Dolor nociceptivo
Los nocioceptores son receptores que se encuentran en la piel. Por lo tanto, el dolor nociceptivo es un dolor somático, físico, que también se conoce como «dolor visceral». Se caracteriza fundamentalmente por ser agudo y constante.
2. Dolor neuropático
Al contrario que en el anterior, el dolor no es físico, sino que se origina por una mala interpretación de los impulsos nerviosos por parte del cerebro, generalmente a raíz de una lesión nerviosa. Suele presentarse como un dolor abstracto, difícil de detectar y explicar para quien lo padece.
3. Dolor psicogénico
En este caso, el dolor no tiene ninguna raíz fisiológica, sino que es totalmente causado por procesos mentales. Por ello, al no existir una causa física, habitualmente el tratamiento indicado será la terapia psicológica con un especialista.
Tratamiento del dolor crónico con fisioterapia
El no poder esclarecer una causa concreta que origine el dolor crónico hace muy difícil establecer un tratamiento.
Sin embargo, la fisioterapia es uno de los más empleados, ya que permite aliviar el dolor incluso en aquellos casos donde la cirugía o diversos tratamientos no han funcionado.
Para lograrlo, nos basamos en una reeducación postural y de movimientos, adaptada a la situación cada paciente, junto con la aplicación del tratamiento que mejor se ajuste a sus circunstancias.
No obstante, debe centrarse en el fortalecimiento y recuperación de la musculatura para lograr un equilibrio del sistema músculo-esquelético que permita al paciente recuperar paulatinamente la normalidad.
Entre ellos, las movilizaciones de articulaciones, la terapia manual, los estiramientos o la aplicación de técnicas con frío o calor, como la tecarterapia están especialmente indicadas.
La fisioterapia como tratamiento en el dolor crónico, por tanto, tiene como objetivo buscar la base del dolor particular de cada paciente y la solución que mejor se adapte a cada uno en función de su estado físico y psicológico.
Su mayor ventaja es que , además de ser muy efectiva para mitigar sus síntomas, permite al paciente volver a desenvolver su vida con relativa normalidad, mejorando muchísimo su calidad de vida.
Debido a ello, en la mayoría de los casos también es importante que forme parte de un tratamiento multidisciplinar, compaginándola con tratamiento psicológico que ayude a superar las limitaciones cognitivas de cada paciente y tratamiento farmacológico bajo prescripción médica.
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