¿Cómo elegir la almohada ideal?

La forma principal de descanso del ser humano y, por qué no, de cualquier ser vivo animal, es dormir. Si juntas todo, la clave sale por sí sola: la base para empezar a cuidar el cuerpo y, por ende, sentirte mejor,  se encuentra en un buen colchón y una buena almohada.

¿Por qué es tan importante elegir una almohada adecuada a tus necesidades?

Comprar una almohada sin fijarte en sus características no sirve, al igual que si vas a hacer deporte no utilizas unas zapatillas cualquiera. No todos dormimos igual, eso es algo obvio. Si sueles dormir de lado, tu cuerpo tendrá unas necesidades distintas de una persona que duerme boca arriba, y lo mismo si tienes algún problema, por ejemplo.

El objetivo de la almohada es mantener recta la columna vertebral, pero siempre en una posición natural. Si la almohada es demasiado alta o demasiado baja, nos traerá dolores de espalda, cuello y hombros.

Qué almohada necesitas en función de cómo duermes

    • Boca arriba: una almohada intermedia en grosor y dureza. Al estar boca arriba, es más difícil mantener la curvatura natural del cuello sin forzarla, y con una almohada muy alta o muy baja no sería posible, ya que o bien tendríamos el cuello demasiado estirado o bien la curvatura de la nuca demasiado acusada. 
    • Boca abajo: dormir boca abajo implica dormir con el cuello completamente girado, y esto ya de por sí resulta terrible para la espalda y puede provocar problemas de tortícolis y dolores lumbares. Sin embargo, una almohada blanda y baja hace un poco menos mala esta costumbre, ya que tiene una mayor adaptabilidad para permitir que el cuello se gire de una forma lo más natural posible.
    • De lado: sin duda, la forma óptima para dormir y descansar, ya que es mucho más fácil mantener la espalda en buena posición. Si dormimos de lado, debemos procurar siempre que tanto el colchón como la almohada nos permitan tener el cuerpo alineado, de forma que la cabeza quede a la misma altura que el resto de la espalda. Para permitirlo, necesitamos una almohada gruesa y firme, que cubra el hueco del cuello entre la cabeza y los hombros para que nuestra cabeza pueda mantenerse lo más recta posible, es decir, que no quede inclinada.

Tipos de almohadas

Hay distintos tipos de almohadas que pueden usarse tanto para momentos concretos de nuestra vida como de manera habitual: 

    • La almohada tradicional: alargada y estrecha. Apta para uso habitual y cualquier postura.
    • Almohada «mariposa»: no es plana, sino que tiene curvatura para adaptarse mejor al cuerpo, estrechándose en el centro y ensanchándose en los bordes. Apta para uso habitual de aquellas personas que tiene problemas de cervicales y en la zona dorsal
    • Almohada «cervical»: como su propio nombre indica, al igual que la anterior, orientada a personas con problemas en la zona cervical y/o dorsal. También tiene una parte más ancha y otra más estrecha, pero su forma es distinta.

El relleno: ¿De qué material compro mi almohada?

    • Almohadas de fibra sintética: normalmente, fibra de poliéster, un material que transpira bastante bien. Sin embargo, no sujetan demasiado bien el cuello, ya que son flexibles, blandas, pero vuelven a su estado original rápidamente. Además,  por lo general, son bajas, por lo que están orientadas a personas que duermen boca abajo.
    • Almohada de plumas o plumón: al igual que las anteriores, son almohadas muy blandas y flexibles, por lo que también están orientadas a personas que duermen boca abajo. A diferencia de las primeras, son incluso más finas, por lo que están orientadas también a personas muy delgadas o niños.
    • Almohada de espuma y viscoelásticas: las almohadas de espuma están hechas de poliuretano y pueden ser o no viscoelásticas. Estas últimas cuentan con el llamado «efecto memoria», es decir, la forma de la cabeza se queda «grabada» en la almohada durante unos segundos después de que la persona se mueva o se levante. Esto las hace mucho más adaptables, ergonómicas, a pesar de que pueden ser duras o blandas. Son almohadas perfectas para personas que duermen de lado.
    • Almohada de látex: ya sea sintético, de origen natural o mixto, este tipo de relleno ofrece una buena sujeción de la cabeza, a la par que permite libertad en los movimientos. Son ideales para aquellas personas que duermen de lado, y también para personas corpulentas.

¿Cómo usar correctamente la almohada?

Sí, parece la cosa más simple del mundo, pero no siempre la utilizamos de manera correcta. Por mucho que compremos la mejor almohada, si la utilizamos mal pasará lo mismo que con una mala. Para que la almohada cumpla su función de forma correcta, tenemos que:

  • Asegurarnos de que nuestra cabeza se apoye en ella totalmente, para que el cuello esté descansado y no forzarlo. 
  • El hueco que hay entre la cabeza y los hombros siempre debe quedar  cubierto por la almohada por la misma razón. Por lo tanto, los hombros deben reposar sobre el colchón, nunca encima de ésta.
cómo elegir almohada ideal para dormir bien

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