• Aumento del flujo sanguíneo y mejora de la circulación sanguínea y linfática, acompañada siempre de la terapia manual.
• Nutrición celular y, consecuentemente, una mayor cicatrización y regeneración celular y de los tejidos,
• Maduración de las fibras de colágeno y elastificación de los tejidos, lo que acelera y mejora el proceso de rehabilitación en patologías como artrosis o capsulitis.
• Disminución de la rigidez muscular.
• Mejora del metabolismo.
• Drenaje linfático y nódulos de grasa que, además, en Fisami complementamos con el drenaje linfático manual, una combinación muy recomendada en enfermedades como el cáncer, que acarrea en múltiples ocasiones linfedemas o acumulaciones de grasa.
• Aumento la temperatura de los tejidos.
• Reducción del dolor de manera progresiva, acelerando la rehabilitación gracias a la regeneración de tejidos, lo que la hace ideal para el tratamiento de lesiones deportivas.